10/03/2012

Quiero un Beso


[10/07/2006, Tribeca, New York]

Guardo un sweater de color azul claro,
Lo siguen en el camino camisetas blancas,
En el cajón de la cómoda aparador que vive dentro de mí closet.

Antes de guardarlos, doblo el algodón de la tela que los construye,
Y no dejo de pensar: quién me devolverá mis memorias?

Hoy, sumergido, el cuerpo entero en agua,
Tan claramente me veo en Tungurahua, como un niño chico.
Desnudo.

Jugando con el agua, jugando con mí alma, en un baño gigante.
Ni el baño de porcelana roja y azulejos blancos.
Ni los colores azul, rojo, y blanco.
Nadie.
Ni el tiempo.
Solo yo, eterno.

Me podré devolver memorias de mí en mí.
Los minutos infinitos que han pasado.
Los gestos hechos.
Las palabras dichas.
Los eventos que lo capturaron todo.
Memorias de lo que me constituye.
De lo que creo que me constituye.

Quiero un beso.

Hoy Me ha Llovido Cemento



[Nueva York - 10/07/2006]

Caen del cielo toneladas métricas de concreto,
Caen directamente, perpendiculares, apuntadas a mi cara.
Y acá, en mi nariz, quedan rastros de pavimento,
Quedan alcantarillas en mis oídos.
Y, es que la ciudad entera ha llovido en mí frente.

El impacto, la fricción, dejando el borde de mí piel,
Al tacto caliente.
Me escondería si tuviera miedo,
Huirían si pesaran las toneladas métricas.
Tal vez, hasta gritaría,
Si la sangre no supiera tan bien cuando se mezcla con ripio de cemento.

Es un día más, simpatizante en el calendario.
No es un día más !No!
Porque hoy me ha llovido en la cara cemento.

Acelera! El Pavimento se nos Seca


[10/19/2006, West Village, New York]

A paso veloz, restituyo la consciencia:
De tan sólo diez días y doce horas,
De tan sólo una semana y tres días.

No hay siquiera, calzoncillo bañado en agua fría.
No hay tampoco, collares en latas de atún, remojados en aceite.

Sólo hay tantasimaaaaas imáaaaagenes, soniiiiidos, y detaaaaaalles.

La vidita mía, la vidita del coloso ego que me acompaña, no es restituible.
Porque ha quedado desparramada,
Como los sonidos de esta ventana abierta,
Que me deja oírlos en silencio, a todos, ustedes, Ford, Peugeot,
Camiones que ni me devuelven el rechinar de sus frenos.

Porque el pavimento hoy está mojado,
Por eso, hoy, la memoria mía, ha quedado lavada.
Como la mentira, tan discretamente perfecta.

Lavando anillos de recorridos, en cuestión de segundos.
Acelera!
Acelera!
Que el pavimento pronto se nos seca.

Deudor de Verdades Completas


[10/10/2006, Tribeca, Nueva York]

Quedaron 12 burbujas,
De agua en su interior,
De vapor en su superficie.

Quedan contadas,
Sólo al disiparse el viento que aquí las trajo.

Burbujas que se llenan de aire,
Aire que te llenas de recompensas.

Burbujas, de verdades perspicaces pero absolutamente incompletas.
Y entonces, el reflejo, en el vapor flotante.

El reflejo impecable, donde no hay más que la imagen del mismo,
Caballero! Deudor de verdades completas.

El reflejo impecable,
Donde no hay más que la imagen del mismo,
Caballero! Deudor de verdades completas.

Recuerda que el viento las transporta,
A ellas, dichas a medias.

Recuerda que eres materia y no vapor.
Haz tu verdad entera.

Y, que entonces? Dejar de ser burbuja?
Sería fácil obviar.

Si el agua y el vapor que le consumen eran de otra vertiente.
Si vieran otro pueblo.

Burbuja, huye, sabes muy bien, serías incompletamente feliz.
Y te digo, sos anónima en libertad.

Luvia de Agua Tinta



Y cayó la pluma intensa en su papel,
Manchando en el camino el borde de las nubes amarillas.
Dejando, detrás, sombría la noche;
Que ahora, las cigarras la olvidan por su embriaguez.

Y el tiempo pasajero,
Una vez más, en su sinuosa velocidad,
Ha cobrado una víctima.

La lluvia, de agua tinta, que ha marcado el bosque de la cigarra,
Y el suelo, que vino luego a alumbrar el día.
No quedan escombros, solamente, el cadáver, que será sedimento de la misma cigarra.
Que ayer, quedó cubierta de tinta,
Ayer, que padeció de amnesia.

Y el tiempo pasajero,
Una vez más, en su sinuosa velocidad,
Ha cobrado una víctima.

Que recen el resto, de los que frecuentaron a la cigarra,
Porque el tiempo se detenga, y por que no hayan más tormentas de tinta,
Que destinen sus nubes,
Y nos dejan perplejos, al tratar de entendernos, como el fósil que será sedimento.